ATENCIÓN ¿QUÉ ES Y COMO FUNCIONA?
ATENCIÓN ¿QUÉ ES Y COMO FUNCIONA?
La atención es un proceso psicológico básico e indispensable para el procesamiento de la información de cualquier modalidad (imágenes, palabras, sonidos, olores, etc.) y para la realización de cualquier actividad. Su función es seleccionar del entorno los estímulos que son relevantes para llevar a cabo una acción y alcanzar unos objetivo.
Es un proceso activo, no estático, que depende de los intereses, expectativas y experiencias previas del sujeto, por lo que exige una alta implicación conductual y emocional por parte del individuo.
No es un proceso unitario sino un conjunto de diferentes mecanismos que trabajan de forma coordinada. Se trata, pues, de un sistema complejo de subprocesos específicos que incluye percepción selectiva y dirigida, interés por una fuente particular de estimulación y esfuerzo o concentración sobre una tarea para poder realizarla lo mejor posible, así como memoria a corto y largo plazo. Constituye el “mecanismo de activación o alerta de los procesos cognitivos”. Por todo ello, la atención es una función neuropsicológica que exige un esfuerzo neurocognitivo, precede a la percepción, a la intención y a la acción y tiene un papel importante en la capacidad de memoria y aprendizaje.
Características de la atención
- La intencionalidad que ayuda a activar, enfocar y mantener la atención en lo que es relevante para el aprendizaje actual o posterior
- Las expectativas del individuo como función activadora y selectiva de la atención, cuyo componente anticipatorio, incide e influye significativamente en la atención, así como en la percepción y la cognición en general
- La activación o puesta en marcha y mantenimiento de los procesos cognitivos de procesamiento de la información
- La orientación o capacidad de dirigir los recursos cognitivos a objetos o acontecimientos de manera voluntaria, por ejemplo, decidir leer o escuchar música
- La focalización o habilidad en centrarse en uno o unos cuantos estímulos a la vez. Es decisivo el significado de los estímulos y sentido de la tarea para el sujeto
- La concentración se refiere a la cantidad de recursos de atención que se dedican a una actividad en concreto
- La flexibilidad se refiere a la capacidad para cambiar corrientes de pensamiento y acción con el objetivo de responder a situaciones de diferentes maneras
- La ciclicidad se refiere a la capacidad de atención según los ciclos básicos de actividad y descanso
- La estabilidad o mantenimiento de la atención se refiere al tiempo que una persona permanece atendiendo a una información o actividad.
Estas características ayudan a comprender mejor el funcionamiento de la atención, tanto en la realización de las tareas como en la adaptación que hace el individuo en cuanto a la dificultad o facilidad para poder realizarlas (Rivas, 2008). Por ello, la respuesta al entorno depende en gran medida del proceso atencional, el cual participa en la codificación y el análisis de información de variada modalidad sensorial.
La mayoría de investigadores están de acuerdo en que la atención no es simple ni única. Por ello, se han descrito al menos 9 tipos distintos de atención:
- Alerta o “arousal”, vigilia o consciencia: corresponde al nivel de consciencia determinado o grado de alerta, en contraposición al sueño o al estado comatoso.
- Span atencional o amplitud de atención: especifica el número de estímulos o elementos evocados (golpes rítmicos, dígitos) que somos capaces de repetir inmediatamente tras la presentación de la información, distinguiéndose diferentes modalidades (acústica, auditiva-verbal, visuoespacial).
- Atención selectiva o focalizada: es la habilidad mediante la cual podemos enfocar la atención en una sola fuente de información o bien en la realización de una tarea, mientras se ignoran los distractores que pueden interferir.
- Atención de desplazamiento: es la capacidad de enfocar o desenfocar información prioritaria existente en una u otra área del mismo o diferente hemicampo visual.
- Atención serial: es necesaria para llevar a cabo tareas de búsqueda y cancelación de un estímulo repetido entre otros que ejercen de distractores. Se trata de un subproceso de la atención selectiva.
- Atención alternante: es la habilidad que requiere o implica redirigir la atención y cambiar rápidamente en función de la demanda de las tareas, es decir, la capacidad que permite poder cambiar el foco atencional entre tareas que implican requerimientos cognitivos diferentes.
- Atención dividida: dual o compartida, es la capacidad de responder simultáneamente a un doble estímulo, es decir, la capacidad de atender a dos cosas al mismo tiempo.
- Atención de preparación: es el proceso atencional para llevar a cabo una operación cognitiva, movilizando los esquemas o respuestas más apropiadas a la tarea que tenemos que hacer, y que implica la activación de las zonas cerebrales donde debe realizarse el proceso neurocognitivo.
- Atención sostenida o capacidad atencional, concentración o vigilancia: es la capacidad de mantener una respuesta de forma consistente durante un período prolongado de tiempo.
- Inhibición o capacidad de inhibir respuestas automáticas o naturales.
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